Por Marisa Lobo
Antes de empezar a escribir he buscado en Internet reseñas de estos libros de Jerry West para hacerme a la idea de cómo otros niños, ya adultos, vivieron en tiempo real la creación de estos libros y su publicación. Puedo decir que no he leído una sola reseña negativa sobre esta colección. Todo el mundo habla de ella con la ternura e inocencia de un niño. Hay gente que dice que estos libros fueron los que les descubrieron su amor por el género de misterio, gente que pasó tardes pegados a las páginas e incluso niños que hacían travesuras imitándoles para que su madre les mandara a leer.
¿Cuántos niños habrán leído las aventuras y desventuras de Pete, Pam, Ricky, Holly y Sue? ¿Cuántos padres les habrán maldecido en más de una ocasión? Los Hollister son una familia de 5 niños (ahí queda eso) que convive con sus gatos, un perro y un burro. Sí, un burro. Los niños más inquietos del mundo se pasaban las horas metiéndose en problemas y misterios más apropiados para un detective privado que para 5 niños entre los 12 y 4 años con contrabandistas y todo tipo de malhechores que asustaban a la Marisa de 8 años que estaba empezando a leer. El primer libro que leí completo (o al menos uno de los primeros) fue Los Hollister y el secreto del fuerte, y acto seguido le pedí a mi madre que por favor me comprara más libros con estos personajillos. La pobre mujer removió cielo y tierra para encontrarme algunos de estos libros que llevaban descatalogados bastante tiempo en la versión que ella como niña leyó y disfrutó.
Los protagonistas de esta saga de nada más y nada menos 33 títulos están inspirados en la familia del autor, los Svenson. Andrew E. Svenson tenía seis hijos en los cuales inspiró sus cinco protagonistas e incluso el perro existía realmente. Los hijos del autor dicen que muchos de los personajes de la saga eran reales, incluyendo alguna profesora que otra, y que algunas de las historias fueron sacadas de las aventuras que sus hijos e hijas traían de los campamentos con las Girl Scout y Boy Scout. Es curioso pensar que Svenson escribía estos libros tan ligeros y positivos en sentadas de tres días y solo paraba para hacer deporte, bien nadar, montar en bicicleta o dar unos puñetazos a una bolsa de boxeo que había puesto en el garaje. Solo puedo imaginar el ambiente viciado de una habitación tras tres días escribiendo, y aún así esta aura de estrés y casi maniática no se ve reflejada en las páginas de sus libros.
Algo que puede hacer muy atrayente estos libros a los niños de hoy en día es ver cómo se vivía en Estados Unidos durante los años 50. Estas obras hacen ver que en algún momento en la historia se podía jugar en la calle y pasear por las ciudades sin miedo, que los niños emulaban a los padres como si fuesen héroes que todo lo podían y las niñas ayudaban a las madres con las pequeñas tareas del hogar. Jerry West pinta una estampa casi idílica que choca con la realidad actual, sobre todo para los niños que no llevan más de 10 años vivos y piensan que el mundo fue siempre como ellos lo conocen.
He elegido estos libros para mi #ThrowBackThursday porque traen recuerdos de mi infancia y son parte de la infancia de mucha otra gente, probablemente mayor que yo. Niños que, como yo, aprendieron a leer con estos libros y tuvieron la suerte de poder esperar junto a la puerta hasta que llegara la suscripción. Esta familia ha iniciado a tantos niños en la lectura que no puedo sino recordarlos y encomiar a nuestros lectores, sobre todo a los más jóvenes, que prueben a engancharse a la lectura mediante estos libros y a los ya no tan jóvenes, que reencuentren su infancia entre las páginas de Svenson.
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