jueves, 5 de febrero de 2015

El niño

Por Katy Rioja Arano @JimenaSabina


Una vez más, acude Daniel Monzón a los Premios Goya y esta vez con una película trepidante que ha obtenido dieciséis nominaciones, las mismas por las que compitió Celda 211 en 2010, de las que obtuvo ocho. ¡Ya se conformaría, en esta ocasión, con alguno menos!

El thriller, que dura 135 minutos y tiene guion del propio Monzón y de su coguionista en Celda 211, Jorge Guerricaecheverría, está situado en el Gibraltar de los años 80, donde El niño y su amigo El compi, dos adolescentes incautos que se creen Al Capone, juegan al narcotráfico tentados por el dinero fácil. Otra trama, la de Eva y Jesús, los dos policías que van tras la desarticulación de una poderosa red de traficantes, se entremezcla con no demasiado acierto en la historia.

La película ofrecía muy altas expectativas dados los antecedentes del director y de la presencia, impecable, de Luis Tosar en el papel de Jesús, policía obsesivo y sutil, capaz de perder horas de vida y sueño para hacer bien su trabajo, pero la realidad es que no ofrece tanto como se espera. Y no es que sea una mala película, porque es dinámica, entretenida e intachable desde el punto de vista técnico, donde el equipo de Daniel Monzón echa “el resto”. Además, las dos persecuciones acuáticas son dignas de mención, así como la fotografía a cargo de Carlos Gusi. ¿Qué es, entonces, lo que falla para que no sea una obra de diez? Pues simplemente, hay algo en ella que recuerda peligrosamente a series televisiva como El príncipe y ciertos problemas de credibilidad, en la historia de amor, que se introduce, sin duda, para atraer al tipo de espectador no muy aficionado a las películas de acción, eso por no hablar del afán moralizador que perjudica el resultado final.

Con todo, es un film que no debemos perdernos, como lo demuestra el hecho de que sea la segunda película más taquillera de 2014, por delante de Maléfica y Torrente 5 pero de la que, a pesar de contar entre su reparto con Luis Tosar, con el descubrimiento de la inalterable mirada de Jesús Castro, y la presencia de la mediática Bárbara Lennie no debemos esperar la excelencia.

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