(Confieso que cuando escribí esto era por una crisis de ideas que rondaba mi mente. A veces necesitamos desahogarnos con un trozo de papel para dejar claro qué es lo que queremos hacer, y todo este proceso de retroalimentación y explosión de ideas inconexas exponen un extraño catálogo de lo que pensaba en un período muy corto de tiempo acerca de lo que de verdad quería escribir. Reconozco que este texto es una aberración literaria. No obligo a nadie a leerlo, pero sí tengan en cuenta que es como un extraño cortometraje de lo que linealmente recorre el subconsciente antes de dormir, en que a veces imaginamos cosas que nos pasan y pueden pasar. Es sencillamente ponerse a escribir cada pensamiento en ese mismo instante y sacarlo a flote mediante esta herramienta tan maravillosa que es la palabra. Por su parte, esto es algo totalmente experimental y no pretendo recibir elogios sobre lo que pienso, mas bien este texto es algo personal y una declaración a mí mismo y al que me lea de que pretendo esmerarme mucho más a la hora de transmitir un mensaje.)
Cuando tú te vas estás soñando, cuando tu cuerpo se me hace humo, cuando tu foto se pierde en mi inconsciente. Estás pero no estás, te escapas de mi entendimiento, y navegas por los recodos de mi mirada.
Seguís allí, pero yo decidí no volverme a preocupar por ti, pero yo sigo mirando de reojo, desesperado. Busco un lugar en las nubes que me devuelva a la soledad de la imaginación, pero cómo imaginar si ocupas gran parte del pensamiento.
No te veo, pero es inevitable admitir que estamos en el mismo universo. Yo un idiota y tú, reluciente en la lejanía. Camino divagando formas, mi vista me engaña, me vuelvo enfermo por enfermarme y suspirar por ultima vez. En serio, estoy cansado de escribirle tanto a este tema, pero parece que es lo único que me repara en las noches insomnes.
El viento sopla, el cielo está en un absoluto azul mientras las piedras se apilan en la hierba, con espacio para cada uno de nosotros. Divago y divago, no soporto la ternura, no soporto el amor, no soporto el desasosiego de la plenitud, pues la felicidad se tiene siempre como plan de futuro, pero nunca está en el presente.
Absolutamente abrumado por las tempestades, quiero regodearme en la lluvia sin miedo, quiero volverme a ver sin ataduras, y que la palabra fluya como si fuera la sangre. Todos los días me quedo esperando algo que no logro entender, todos los días espero un espejo que no me mienta, aguardo impaciente las columnas que soportan las estrellas.
Sueño y sueño, mas no paro de soñar. y es increíble cómo a partir de la incoherencia dejo de hablar de lo que no quiero que me atormente.
Vida anodina, no pasa nada, rutina, encierro, infeliz. Lobos que carcomen la presencia y mis sonrisas ya no son sinceras. Rima.
Qué es el poema si no lo encuentro, qué es la palabra si no encuentro la adecuada, qué es la escritura si no entiendo qué significa sentarse en este escritorio y que recorran mis dedos el teclado. No me entiendo, ni logro conectar las aberraciones que copio por no dejar enfriar mis dedos, porque mi mente dispara ideas y no las suelta y no quiero que se escapen.
Otra vez la imagen retardada de tu memoria, no aparezcas por mis lineas improvisadas maldita desgracia. Algún día quiero escribir una obra de teatro, pero me da pereza. Algún día terminaré la novela que aun no he empezado. Tal vez escriba un libro de poemas, pero cada vez que leo uno me dan ganas de quemarlo porque no lo entiendo.
Estoy cansado del descanso, y ahora que tengo tiempo no escribo nada porque no entiendo sobre qué escribir y para quién. No me ayuda ni al terminar el día y estoy un poco cansado de mi estilo pasado, pues quiero leerme y no perderme en la ensoñación de mi enigma de cabeza, que ni siquiera yo puedo lograr comprender. No entiendo la vida tal y como la viven los perros. No entiendo qué hago, sin la coherencia, no entiendo qué carajos es "me gusta lo que has hecho".
Que me digan que les gusta como que me digan que lo odian me importa tanto como que les pareció regular. Si no escribo para mí entonces no merece la pena que escriba para que sepan lo que pienso. Y si escribo para alguno me parece una insustancial y reverenda mierda.
Escribo y reescribo, pero no hay nadie que me diga cómo mejorar. Escribo y escribo y me dicen que es un error que hagas esto mientras otros dicen que les parece precioso, entonces ¿qué puñetas esperan, si ellos opinan es porque les parece a ellos y no me parece a mí?
Sí, estoy un poco cansado de eso. Para quién hago esto, de que le serviría leer esto, va a solucionar los problemas de alguien que yo escriba.
A partir de hoy no haré mas mierda sin sentido, habrá algo de lo que hacer pensar en cada escrito, se acabó la mediocridad...
Post data: Este es un oficio de los que perseguimos el detalle, lo ínfimo para sacarlo a flote. A veces sentimos que algo se nos queda grande a pesar de que lo amamos con locura, en mi caso mi amor reside en cómo con unas 27 letras bien puestas pueden hacer sentir tantas cosas. Soy un arquitecto de palabras, de textos, de historias y pensamientos. Me parece una maravilla esta relación insignificante con la historia del conocimiento y si considero que me hace falta mejorar, mejoraré hasta que mis dedos no puedan más; pero a veces siento que mi estructura tambalea ante la actual exigencia propia, esto no quiere decir que no vaya a dejar lo que amo, sino que necesito encontrar mi estilo y mi forma de llegar al alma.
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