jueves, 9 de abril de 2015

Cersei Lannister, mi personaje favorito

Por Natalia Mitov 

Cersei Lannister. ¿Qué se puede decir de ella? Quizás debería empezar preguntándome qué ha significado Cersei para mí.


Para empezar debería mencionar que no siempre la he querido. Al igual que les ocurre a la mayoría, cuando yo veía a Cersei veía a una zorra arrogante y cruel, que mimaba en exceso al monstruo de su hijo. Pero eso era lo fácil: odiarla. Y a George R. R. Martin no le gusta ponernos las cosas fáciles. Pronto empecé a ver qué era Cersei: Cersei era un alma torturada, una víctima de las circunstancias que se esconde tras una armadura de desprecio, pero sobre todo era una madre.

Aunque tal vez estoy yendo muy deprisa, así que volveré a los inicios.

Spoilers a partir de aquí 

Dicen que hay pequeños sucesos en nuestra vida que determinan cómo seremos en el futuro. Cersei nació y con ella Jaime, quien vino al mundo agarrado a su talón. Cersei ya venía predispuesta a liderar, a tener carácter y talante. Además era hermosa y había nacido en una de las familias más poderosas de Poniente, la más rica de todas. Cersei Lannister lo tenía todo para triunfar y no tardó en convertirse en la niña dorada de Roca Casterly. El ambiente era ideal para que se convirtiera en una niña caprichosa y mimada, acostumbrada a salirse con la suya. Pero claro, Cersei seguía siendo una niña y como todos los niños, muy curiosa. Así empezaron los “juegos” con Jaime, hasta que Joanna les pilló. Más tarde Joanna murió y aprovechando el odio que Tywin volcaba sobre el pequeño Tyrion, Cersei se hizo partícipe de ese desprecio usando las mismas cantinelas que Tywin. Nuestra pequeña Cersei ya estaba preparada para ser una mujer arrogante y cruel.

Tywin no tardó en ver el potencial de su hija y trató de arreglar un matrimonio con el príncipe Rhaegar. Todo apuntaba a que lo conseguiría. La pequeña Cersei ya se veía así misma sentada en el salón del trono junto a su flamante esposo de cabellos de plata. Pero el destino es caprichoso y quiso que Cersei entrara en cierta tienda. Ahí fue donde todo cambió. Sus sueños de ser reina se harían añicos ante sus ojos, la humillarían llamándola “hija de siervo” delante de todo el mundo y a partir de entonces viviría con miedo.


Sin embargo, la vida concede segundas oportunidades. Rhaegar cayó en el Tridente y Robert se alzó victorioso como nuevo rey de Poniente. Cersei podría convertirse en reina, pero tendría que ser la esposa de un hombre al que no amaba, al que no conocía. Otra vez le tocaba jugar el papel de moneda de cambio en manos de su padre. Por suerte, Jaime estaría ahí, el único hombre por el que había sentido algo. Podría hacerlo, podría ser una buena reina, una buena esposa. Pero la suerte volvió a burlarse de ella. Robert no era el héroe de su canción. Era un borracho, un hombre que disfrutaba humillándola acostándose con rameras de taberna, que amaba a otra mujer y que además le había puesto la mano encima más de una vez. Así pues, Cersei, orgullosa como era, decidió devolverle cada golpe a base de desprecio. Sustituyó a Robert por Jaime y se quedó embarazada. Otra vez el pasado volvía a llamar a su puerta.

Por si todo esto fuera poco, no olvidemos que Cersei es una mujer en un mundo y una guerra de hombres. Tiene que sacar valor y ser fuerte por sus hijos. Tiene que protegerlos. Por eso es incapaz de alzar la mano contra Joffrey. Por eso usa las armas que tiene: su influencia, su riqueza, su título de reina, su carácter y, por supuesto, su entrepierna. Sin embargo, la pierde el orgullo y sus enemigos son conscientes de ello. El propio Meñique dice que no es tan lista como ella se cree y tiene razón. Cersei piensa que lo maneja todo, pero ella lleva siendo una marioneta toda su vida. Solo se ha visto liberada tras la muerte de su padre, pero el dolor, el sentirse indefensa y obviamente su pasado, la han hecho desconfiar de todo. Posiblemente ésa sea su perdición, el centrarse en rencillas en vez de cuidarse las espaldas de sus auténticos enemigos.

Una niña dulce que se convirtió en una malcriada y una caprichosa. Una niña a la que privaron de sus sueños. Una joven que quería un cuento de hadas y terminó en un matrimonio donde solo recibía humillaciones y golpes. Unos hijos a los que hizo daño por tratar de protegerles demasiado. Una mujer que trata de sobrevivir en un mundo de hombres, que trata de librarse del control que otros ejercen sobre su cuerpo y su persona. Ésa es Cersei Lannister.


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