En el rastro filosófico, en mi afán por la búsqueda de la verdad, me vi arrinconado en cuatro paredes. Como un niño me sentía ante la inmensidad de la la palabra misteriosa, de bocas ajenas. Oí el rumor en la lejanía mas profunda y descubrí que era una verdad que simplemente era incuestionable.
No son solo mentiras lo que en boca de todos tenemos por la verdad. Como dijo Antonio Machado: "no tu verdad... la verdad", ciertamente expresó que la verdad es como un amasijo de eventos extraídos de toda interpretación humana. Pero, ¿quién decide, más que el propio ser humano, la condición de la verdad que se le presenta ante sus ojos? Sin quererme extender en detalles de la filosofía académica, con respecto a la definición de la verdad, quisiera hacer una muestra de la importancia de la honestidad ante el corrupto mundo en donde vivimos.
No son teorías mías, mas bien lo llamo un grito desesperado por la supervivencia de los valores. Qué hemos perdido en la vida más que la precaria idea por ser personas honradas. hay todo tipo de personas, no digo lo contrario, pero parece que cuando están expuestos a los ojos ajenos se transforman en personas políticamente correctas, concienciados por la misión y dignos de idolatría. Pero en realidad lo que la confianza nos revela es la cantidad de mierda que esconde cada individuo. Todos somos, y lo digo sinceramente, pedazos de mierda adornados con flores. Hasta yo reconozco mis defectos, mi egocentrismo en algunos aspectos, mi despreocupación por temas que parecen que todo el mundo se vuelca en ellos. No me canso de ver, casi en mi intriga maquiavélica, cómo cierto tipo de gente parece comprometida por una causa; existen los que de verdad están metidos con compromiso, pero otros parecen que postulan las ideas de la causa justa solamente por la apariencia de "persona buena" que eso le atribuye.
Ojo, pero no falta el supuestamente honesto y real con su misión socio-colaborativa con los demás, sin embargo en otras caras de su vida no refleja tal pensamiento o enseñanza de valores que le aporta dicha actividad.
Ahora yo pregunto ¿donde está la gente original?, no quiero decir la que de verdad parezcan Jesucristo, sino aquellas personas que se expresan tal y como son sin tener en cuenta las posibles discordancias que tengan con las otras personas. Somos millones de ideas en cabezas diferentes, ¿por qué ser iguales a los otros en aras de tener cosas en común y no desagradarnos? Tanto malos como buenos, al fin y al cabo todos tenemos nuestros defectos, ¿donde quedó el carisma y la chispa personal que nos hacia únicos entre los iguales?
En suma, la búsqueda de la verdad empieza por reconocerse a sí mismos. En mi opinión y abstrayendo lo que dijo Machado, 'tu verdad' es la originalidad de tu ser, que dependiendo de cómo seas, influye en la interpretación de la autentica Verdad del acontecimiento, por lo tanto, tan solo somos filtros de lo que empíricamente está aconteciendo. Busquemos nuestra personalidad y es la primera verdad innegable que encontremos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario