Esta vez el destino nos propone un drama, Todos queremos lo mejor para ella. Película dirigida por Mar Coll, directora catalana de 34 años proveniente de L'Escola Superior de Cinema i Audiovisuals de Catalunya (ESCAC). Esta es su segunda obra, debutó con Tres días con la familia (2009), por la cual se llevó el Goya a la Mejor Directora Novel (2010), el Gaudí a la Mejor Dirección (2010) y la Biznaga de Plata del Festival de Cine Español de Málaga (2009). Los galardones siguen con esta segunda obra con los dos Gaudí más para Nora Navas como Mejor Actriz y Clara Segura como Mejor Actriz Secundaria (2014). Con este palmarés con solamente dos películas podemos calificar a Mar Coll como una de las grandes directoras catalanas del momento.
La película nos presenta la evolución de Geni, intepretada por Nora Navas, después de un accidente de tráfico, el cual le deja secuelas físicas y neurológicas. La trama gira alrededor de Geni, la protección que le da su familia y la evolución de sus estados de ánimo. La película tiene un tinte muy psicológico a la vez que cotidiano. Tales características recuerdan ligeramente a La Herida (2013), aunque en el caso de esta, ni la trama ni el drama psicológico muestran evolución.
Una primera parte del film realmente buena, donde se nos plasman las limitaciones del personaje para recuperar su vida antes del accidente. Se nos plasma una protección feroz de la familia hacia la protagonista y las sensaciones que esta tiene, siempre bajo la carga de la tartamudez, los lapsus de memoria y la cojera. El sentimiento de no poder valerse por sí misma impuesto por la familia se contrapone a las ganas de ella de poder recuperar su vida. Simplemente, un contraste de situaciones magnifico.
La segunda parte del film se ve marcada por la aparición de Mariana, interpretada por Valeria Bertuccelli. Una vez presentada la protagonista y su situación, Mariana le da a la trama el movimiento que necesita. Geni se agarra de forma irracional a Mariana como si de un clavo ardiendo se tratase. El personaje de Geni, hasta el momento muy coherente, se vuelve más irracional, rallando lo infantil en muchas de sus etapas. Tales sentimientos, aún emanando de forma perfecta del film, para mí simplifican ligeramente la obra.
En el reparto destaca el gran papel de Nora Navas interpretando a la protagonista. La transmisión de sensaciones al espectador por parte de un actor o actriz es sinónimo de un gran trabajo y en este caso, dicha transmisión es indudable. Geni transmite a la perfección cada sensación, cada sentimiento, casi sin mediar palabra. Sus actos, sus silencios, sus reacciones, gran trabajo de elaboración del personaje e interpretado de forma brillante por la actriz. El Gaudí es más que merecido. El resto del reparto está correcto, no destacaría el papel de Clara Segura por encima del de Pau Durá, por ejemplo, pero en el cine, igual que en la cultura en general, la disparidad de opiniones enriquece.
En resumen, segunda película de una directora con un futuro más que prometedor, donde destaca una buena trama con un gran fondo psicológico y familiar encumbrado por una genial Nora Navas.
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