domingo, 19 de abril de 2015

Magdalenas de vainilla (bajas en calorías)

Por Ana Alonso Muñoz

Estas magdalenas son estupendas para tomar solas, con un poco de mermelada o crema de chocolate. Además admiten alguna decoración sencilla con lo que se convierten en perfectos cupcakes; por ejemplo un buen merengue tostado o algo de crema de mantequilla. Sirven de desayuno, de merienda o de postre; incluso para que el café de media mañana no caiga en el estómago vacío.

A la hora de hacer magdalenas debemos tener en cuenta cuál sería nuestra respuesta frente a las siguientes preguntas:

# ¿Por qué voy a meterme en la cocina a hacer magdalenas si las puedo comprar? Porque hacerlas siempre da un puntito más de satisfacción frente a comprarlas hechas y pueden ser un regalo muy original para un cumpleaños; además colaboras con el anfitrión aportando el postre.

# ¿Es necesario usar bandeja y papeles para magdalenas? Sí y no, es decir, puedes usar solo papeles o solo bandeja pero la función de cada uno se complementa. Así la bandeja impide que el papel se abra y las magdalenas suban en lugar de aplastarse, por otro lado los papeles ayudan a que el proceso sea más sencillo y, a la hora de servirlas o empaquetarlas, mucho más limpio. SOLUCIÓN: existen moldes individuales de silicona o papel de aluminio con los que podéis prescindir de la bandeja.

# ¿Qué temperatura y tiempos son los adecuados? Dependiendo del resultado que se quiera obtener: para magdalenas planas o cupcakes calor por todo el horno (arriba y abajo) 180º C sin ventilador o 160º C con ventilador entre 12 y 18 minutos. Si se quieren magdalenas con pico debe calentarse el horno fuerte 210º C con calor solo por abajo y a los dos minutos de introducirlas bajar el calor a 180º C así se tienen otros 10-12 minutos. Estas indicaciones son generales así que habrá que comprobar con una aguja o palillo si están bien cocidas cuando al pincharlas en el centro la aguja sale totalmente limpia. En este caso, al ser mini magdalenas los tiempos y temperaturas cambian.

INGREDIENTES

  • 150 ml de leche
  • 1 cucharadita de vinagre de manzana
  • 120 ml de sirope de agave
  • 80 ml de aceite de girasol o de oliva suave
  • 1 cucharada de extracto de vainilla
  • 150 g de harina
  • 1/2 sobre de levadura química
  • Una pizca de sal

ELABORACIÓN


Lo primero es poner el horno a calentar el horno a 200º C con calor solo en su base. Mientras va tomando temperatura preparamos las cápsulas en la bandeja (CUIDADO: no poner más de una en cada hueco)

Para empezar la mezcla de la masa hay que poner la leche en un vaso y si no está a temperatura ambiente hay que atemperarla un poco, ahí se añade la cucharadita de vinagre de manzana y se deja reposar unos minutos; esto es en realidad un atajo para evitar comprar buttermilk (no siempre es fácil) Si pasan 10 minutos y no ha cambiado el aspecto habrá que añadir media cucharadita más de vinagre y calentar un poco más en el microondas; la clave es que se forman coágulos en la leche, como en la fotografía. A esa leche se añaden el resto de ingredientes líquidos y se mezcla bien para conseguir una mezcla más o menos homogénea (no hay que olvidar que hemos añadido aceite y probablemente flotará).

En un cuenco grande se mezcla la harina, la sal y la levadura y se va añadiendo a hilo la mezcla líquida moviendo sin parar. No son necesarias varillas, simplemente una cuchara o un tenedor para obtener una mezcla homogénea serán suficientes.

Ahora llega el momento divertido, intentar poner en cada cápsula un poco de la masa sin pringar toda la bandeja; para ello lo mejor es ayudarse de una jarra y un buen golpe de muñeca. La idea es no manchar los bordes del papel y no poner más de ⅔ de lo que cabe en cada molde, luego subirá y si hay restos por las paredes no lo hará homogéneamente. Pero no hay que ser perfecto, es lo gracioso de unas magdalenas caseras.
Una vez distribuida la masa se meten al horno y es muy importante no abrirlo durante todo el rato, así que tener el cristal limpio ayuda a controlarlas sin 'asustarlas'. Los dos primeros minutos se deja el horno a 200º C pero luego se baja a 180º C para continuar otros 8-10 minutos. Una vez hechas se dejan enfriar por 3 minutos en el molde y luego se sacan a una rejilla para que pierdan todo el calor sin humedecer las cápsulas. En un recipiente hermético aguantan hasta una semana pero dudo que lleguen a durar tanto.

INFORMACIÓN NUTRICIONAL

En esta receta se ha sustituido el azúcar por sirope de agave (o ágave) que según la información nutricional de su etiquetado tiene unas 310 kcal por cada 100 g de producto y alrededor de 75% de fructosa. Por tanto, a pesar de que en numerosas recetas que circulan por internet se dan las recetas con sirope de ágave como aptas para diabéticos, esto no quiere decir que puedan comerlas libremente.

Sígueme en @anaentrefogones y toda la información en @RAD_Spain.

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