lunes, 2 de junio de 2014

Juego de Tronos: La Montaña y la Víbora

Natalia Mitov

*Esta entrada puede contener spoilers.

Tan sólo con leer el título y teniendo en cuenta los capítulos anteriores y que ya estamos en la recta final, ya teníamos claro que este capítulo iba a ser de los mejores de la temporada.


El principio transcurre en Villa Topo, esa pequeña aldea próxima al Muro famosa por su burdel. Allí, vemos a unos cuantos hermanos de la Guardia de la Noche disfrutando de la compañía de unas prostitutas hasta que los salvajes atacan el lugar. Éstos acaban con prácticamente todo el mundo, pero cuando Ygritte se dispone a matar a Elí y a su bebé (recordemos que Sam la había llevado a Villa Topo pensando que allí estaría más segura), la salvaje se apiada de ellos y les deja vivir.
A continuación tenemos una escena de Jon y sus mejores amigos dentro de la Guardia de la Noche. Al parecer, éstos acaban de enterarse de la noticia. Sam se lamenta de haber enviado a Elí y al bebé a Villa Topo, pero Pyp y Edd el Penas tratan de animarle diciéndole que posiblemente la muchacha haya podido escapar. Mientras tanto, Green quiere ir tras los salvajes, pero Jon le disuade de hacerlo, pues eso es lo que los salvajes quieren. Además, no han olvidado que la Guardia de la Noche cuenta con muy pocos hombres y que al otro lado del Muro Mance avanza con su ejército y los muertos caminan.
Para empezar, y como ya dije, Elí no está en Villa Topo, luego es imposible que se cruzara con Ygritte. Además, ¿quién se cree que Ygritte fuera a perdonarle la vida a una mujer desconocida? Ella y el resto de los salvajes luchan por la causa de Mance, matar mujeres y niños les da igual. Y en lo que concierne a la escena de Jon y los otros, sólo cabe destacar la fe que tienen todos en que Elí esté viva, que sí, que lo está; pero ellos no están seguros, lo más lógico sería pensar que está muerta como hace Sam. Esta dosis de fe sólo es comparable a la que tenía Robb Stark en que Bran y Rickon estuvieran vivos.

En la siguiente escena vemos a Gusano Gris espiando a Missandei, que está en el río, desnuda, lavando su ropa. Ella le ve y empieza a preguntarse si no será que el pobre eunuco está enamorado de ella. Más tarde, él acude a disculparse y ella le pregunta por su vida anterior y su castración, pero el Inmaculado no se acuerda, aunque agradece ser un Inmaculado porque gracias a eso pudo servir a Daenerys y conocer a Missandei. Finalmente el muchacho se vuelve a disculpar y Missandei le responde que no hace falta que se disculpe, que le gustó que la viera desnuda.
Como siempre la HBO utiliza relleno para meternos tetas gratuitas y una historia de amor digna de cualquier culebrón latino. Lástima que en los libros Missandei sea una niña, aunque supongo que este pequeño detalle le importa tanto a la HBO como que Gusano Gris sea un eunuco.

Seguimos con Ramsay y Hediondo. Ramsay quiere recuperar Foso Cailin que se encuentra en manos de los Hijos del Hierro; así pues, elabora un plan que consiste en enviar a Hediondo a negociar la rendición de Foso Cailin. Naturalmente, Hediondo tiene que hacerse pasar por alguien que “no es”: Theon Greyjoy.
Theon coge una bandera blanca y cabalga hacia la fortaleza, entra y trata de convencer al comandante del lugar de que se rinda, pero éste no lo ve muy claro. Justo cuando parece que el hombre va a matar a Theon, uno de los suyos le clava un hacha en el cráneo y acepta las condiciones de Theon. Qué pena que cuando le abrieron las puertas a Ramsay, éste los mató.
Personalmente soy fan de estos dos. Adoro la forma en la que Ramsay tortura psicológicamente a Hediondo, pero me apena ver sufrir tanto a Theon y me gustaría poder abrazarle y prometerle que nada malo le va a suceder. Desgraciadamente aún le queda mucho dolor por delante, aunque mejor para nosotros, pues así podremos seguir disfrutando de la soberbia actuación de Alfie Allen.

Dejemos el Norte y vayámonos al Nido de Águilas. Por fin vemos a los señores vasallos del Nido y especialmente al famoso Yohn Royce, más conocido como Yohn Bronce. Éstos están juzgando a Petyr, pues no confían en él y no se creen que Lysa se suicidara dejando solo a su hijo, del que nunca se desprendía. Mucha casualidad que Lysa decida poner fin a su vida unos días después de que Petyr llegara al Valle. Todo apunta al ambicioso hombrecillo, pero justo cuando ya no ve salida, los señores vasallos hacen entrar a Sansa para interrogarla sobre lo sucedido. Sansa se disculpa ante Petyr y les cuenta quien es y qué hace allí y justo cuando llega al suceso en cuestión, se inventa una mentira digna de cualquier Lannister sustentada en los celos y la locura de su tía. Ante esas pruebas tan contundentes y las lágrimas de la chica los señores la creen y prometen protegerla y ayudarla.
Bien, para empezar, Petyr no hubiera tenido ningún problema con los señores del Valle si la HBO se hubiera molestado en reciclar a Marillion, el bardo de la primera temporada. Este personaje es muy importante precisamente por este momento, porque después de la muerte de Lysa, Petyr le culpa a él y así se libra de las preguntas de los señores vasallos y nos ahorramos este paripé. En cuanto a Sansa, que alguien me explique cuándo dejó de ser una niña estúpida asustada para convertirse en una astuta mentirosa, porque llevo leídos cinco libros y que los Otros se me lleven si Sansa no sigue siendo igual de idiota. Además, Sansa confía a ciegas en Petyr, ¿por qué iba a decirles a los señores del Valle quien es sin la aprobación de Petyr? No, HBO, no tratéis de vendernos a Sansa mejor de lo que es porque no cuela.


En la siguiente escena, Barristan recibe una carta, una carta que no era para él, sino para Jorah Mormont. Es entonces cuando se descubre el pastel: Jorah Mormont es un espía y ha estado enviando información de Daenerys a Varys. Barristan le cuenta a Jorah que lo sabe y luego se lo cuenta a Daenerys. Ella decide exiliar a Mormont y ahí perdemos la pista a nuestro caballero.
Bien, ¿a nadie le extraña que esa carta llegará a manos de Barristan y no de Jorah? Varys es muy listo, si quería que esa carta llegara a Jorah, habría llegado a Jorah, seguramente le indicó a sus pajaritos que se la dieran a Barristan para descubrir a Jorah. Si el perdón era de hace un año, ¿por qué se lo envían ahora? Meereen tiene puerto y es una de las ciudades más ricas y prósperas, si esa carta ha llegado un año después es porque así lo ha querido alguien. ¿A nadie le extraña que el sello sea el de la Mano y no el de Robert? Cuando Jon Arryn vivía, aún no se había hablado de perdonar a Mormont; Ned Stark nunca estuvo a favor de perdonar a Mormont; Tyrion ni se preocupó por la Targaryen; luego esa carta es una artimaña de la nueva Mano, Tywin Lannister que quiere debilitar a la Targaryen haciendo que ella misma se deshaga de su más fiel consejero. Jorah es el que más tiempo y mejor ha servido a la muchacha, sin su guía está perdida. Además, Daenerys perdonó a Barristan a pesar de que éste sirvió al Robert Baratheon, ¿por qué no perdona a Mormont? Jorah informó de sus movimientos, sí, y también la salvó en centenares de ocasiones, pero la Madre de Dragones parece haberlo olvidado.


A continuación volvemos a Poniente, concretamente al Norte, donde Ramsay le ha entregado a su padre Foso Cailin. Roose le mira y le dice que den un paseo, entonces le dice que mire a su alrededor y le diga qué ve, pero Ramsay no sabe que contestar y Roose le dice que lo que ve es el Norte y que ahora él es el Señor y Guardián del Norte. Acto seguido, le entrega un documento a Ramsay en el que le otorga su apellido y Ramsay Nieve se convierte así en Ramsay Bolton, heredero de su padre. Y así, los dos parten con Hediondo y sus hombres hacia Invernalia.
Roose Bolton es uno de mis personajes favoritos. Me gusta mucho por su astucia, pues él mismo sabe que Ramsay es una mala bestia y lo mejor es darle lo que quiere para así tenerlo de su parte. Poco está saliendo para lo genial que es.

Volvemos al Nido, donde Sansa le insinúa a Petyr que sabe lo que éste quiere.
Vuelvo a repetir que de repente se ha vuelto muy lista, pero yo sigo apostando por Petyr. Antes de que Sansa supere en astucia a Petyr, se derretirá el Muro.

Y seguimos con otra horrible y tediosa escena del Perro y Arya. En esta ocasión llegan al Nido. Allí les informan de que Lysa ha muerto y Arya se echa a reír.
Lo mejor de esta escena es la risa de Arya. Esto es lo único por lo que podría perdonar esta escena de relleno pues, aparte de que estoy harta de escenas sinsentido de Arya y el Perro, estos dos nunca llegan al Nido. Es más, esto último no tiene sentido porque luego qué va a pasar con la historia de Arya, ¿se darán la vuelta y ya? Pues vaya.

Y volvemos al Valle donde Petyr está hablando con Robalito de enviarlo con alguna familia vasalla de los Arryn para fortalecer su carácter. Entonces aparece Sansa con un vestido digno de una femme fatale.
Por favor, HBO, STAHP.

A continuación, nos vamos a Desembarco (nos acercamos a la escena cumbre del capítulo). En las mazmorras de la Fortaleza Roja, Tyrion y Jaime hablan y beben para pasar el tiempo mientras esperan a que llegue el combate. Al parecer Tyrion está preocupado porque no cree que Oberyn tenga muchas posibilidades de ganar.
Agradezco todas les escenas entre Tyrion y Jaime, pero sus charlas resultan un tanto aburridas y no suelen llegar a nada. Así pues, creo que la HBO está dejando muy claro que si de repente les vemos tan unidos es para que suframos más en los próximos capítulos.

Finalmente suenan las trompetas y llega la gran escena. Todo está listo para acoger el gran evento. Tyrion se aproxima a Oberyn y a Ellaria y se preocupa pues Oberyn lleva unas cuantas prendas de cuero como armadura y está bebiendo vino, pero la Víbora Roja le asegura que no pasa nada, que va a ganar. Entonces aparece la Montaña, el Maestre Pycelle les dedica unas palabras y empieza el combate.
A primera vista, parece un combate muy desigual ya que Oberyn lleva cuero y una lanza y la Montaña armadura y espada. No obstante Oberyn está muy seguro, incluso se permite fliparse un poco dando volteretas en el aire. En ese momento se gira y empieza el auténtico combate. Oberyn lucha y acorrala a la Montaña tratando de obligarle a confesar los espantosos crímenes que cometió contra Elia Martell y los hijos de ésta, pero la Montaña no se rinde y en varias ocasiones hace perder el equilibrio a Oberyn. Sin embargo, de repente, la Víbora vence a la Montaña, le clava varias veces la lanza, una de ellas en el pecho, pero se la extrae. Oberyn no busca solo la muerte de Ser Gregor, quiere que confiese lo que hizo y que señale a la persona que le dio la orden. La sed de venganza fue su perdición. La Montaña le derribó, le pegó un puñetazo y mientras le clavaba los pulgares en los ojos, confesó sus crímenes. Siguió apretando la cabeza del dorniense con sus manos hasta que ésta reventó. Los dos caballeros quedaron tirados en el suelo, ambos muertos. Tywin Lannister aprovechó y puso fin al combate condenando a muerte a Tyrion.
Todo esto puede parecer muy grotesco, muy desagradable y demás, pero no. Como ya ocurrió con la muerte de Lysa o la de Joffrey, la HBO ha respetado bastante el libro (gran consuelo). Esta horrible muerte es fruto de la mente de George R. R. Martin. No quiero saber qué tiene ese hombre en la cabeza, pero seguro que disfruta haciéndonos sufrir. Yo, por lo menos, necesité unos minutos y un montón de chocolate para recuperarme de la muerte de Oberyn. Grande, Pedro Pascal.


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